La frontera entre México y Estados Unidos es una región importante, en los seis estados fronterizos mexicanos viven aproximadamente unas 19 millones de personas. Esta zona no solo representa el 26% del PIB de México, sino que también es crucial para el comercio bilateral y es un punto único de intercambio cultural y económico.
Actualmente, la región fronteriza está se está transformando significativamente derivado de una mayor integración económica, un crecimiento demográfico acelerado y nuevas inversiones. La reestructuración global de las cadenas de suministro, incluyendo el nearshoring, ha jugado un papel crucial en atraer inversión extranjera.
Tan sólo en 2023, México recibió aproximadamente 36 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, con los estados fronterizos entre los principales beneficiados. Además, diariamente cerca de 20,000 camiones de carga cruzan la frontera, lo que subraya el alto nivel de actividad económica en la zona.
Oportunidades y Retos en la Gestión del Agua
A medida que la región crece, la presión sobre los recursos naturales y la infraestructura también aumenta. En especial, la gestión del agua se ha vuelto un desafío importante. A pesar de los avances significativos en el acceso a servicios de agua potable y saneamiento, con una cobertura superior al 95% en las zonas urbanas, persisten importantes retos. Es imperativo seguir invirtiendo en infraestructura para asegurar el acceso universal, mejorar la calidad del servicio y adaptarse al crecimiento demográfico.
Además, muchas infraestructuras han excedido su vida útil y necesitan renovaciones urgentes. La Comisión Internacional de Límites y Aguas estima que se necesitan cerca de 15 mil millones de pesos para abordar el deterioro de la infraestructura en los estados fronterizos.
Innovación y Sostenibilidad
El desafío más grande a largo plazo es desarrollar fuentes nuevas y diversas de abastecimiento de agua para satisfacer la demanda creciente y aumentar la resiliencia ante las sequías y el cambio climático. Es crucial fomentar la conservación del agua y su uso eficiente, así como explorar fuentes no convencionales como la desalinización y el reúso.
Ejemplo de esta innovación es es la planta desaladora de Ensenada, que proporciona aproximadamente el 25% del suministro de agua de la ciudad. O los ejemplos de Monterrey y Tijuana, que también están avanzando en estudios para el reúso potable indirecto, creando nuevas fuentes de agua y mejorando la resiliencia frente a las sequías.
La agricultura consume alrededor del 80% del agua en la región, especialmente en las cuencas binacionales de los ríos Colorado y Bravo. La transferencia de agua del uso agrícola al urbano y el intercambio por agua residual tratada ha demostrado ser exitoso en otras partes del mundo y podría ser viable en México. Los centros urbanos, con mayores recursos financieros, podrían financiar acciones de conservación en la agricultura a cambio de una porción del agua conservada.
La gestión del agua seguirá siendo una prioridad esencial para la frontera norte de México. La colaboración entre instituciones y gobiernos es crucial para implementar políticas públicas efectivas que aseguren una gestión sostenible de este recurso vital. En Grupo Incotex, estamos comprometidos con la innovación, la inversión y la gestión eficiente del agua para enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan, asegurando un futuro sostenible para las generaciones presentes y futuras.