mayo 30, 2024

Retos en la Digitalización del Agua para Organismos Operadores

retos digitalización del agua
El sector del agua en México enfrenta desafíos como el cambio climático y los costos energéticos. La digitalización mejora la eficiencia, pero implica retos en la adquisición de tecnología y mantenimiento. Conoce los factores clave para una gestión exitosa.
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El sector del agua en México enfrenta diversos desafíos como los efectos del cambio climático (sequías persistentes, lluvias torrenciales, etc.), el cumplimiento de nuevos marcos regulatorios y el incremento de los costes energéticos y otros insumos.

En este complejo contexto, se está apostando por la inversión en digitalización para mejorar el control y la eficiencia en el uso del agua y en la explotación de las instalaciones del ciclo del agua. Sin embargo, implementar estos planes de digitalización es un reto adicional para los organismos públicos y privados responsables de la gestión del agua, especialmente sin contar con fuentes externas de financiamiento.

digitalización del agua para organismos operadores

Desde el diagnóstico y evaluación de las necesidades, la elaboración de propuestas optimizadas y sustentables, pasando por la integración y puesta en marcha, hasta el posterior mantenimiento y explotación de las tecnologías implantadas, todas las fases de los proyectos de digitalización presentan dificultades que deben ser abordadas.

Entre estos desafíos, una vez definidos los objetivos y actuaciones de cada proyecto, se encuentra la adquisición de la tecnología necesaria para la digitalización de los diferentes procesos. Los principales factores que se deben considerar en el análisis de las soluciones disponibles son:

  • Fiabilidad de las mediciones: La capacidad de reaccionar ante variaciones de los parámetros medidos. Por ejemplo, la detección de alteraciones o contaminantes en aguas potables o residuales debe ser inmediata, incluso para variaciones mínimas en la concentración, el pH o la turbidez.
  • Equipos con inteligencia propia: Estos equipos pueden realizar un primer análisis sobre la existencia o no de una fuga, ajustar operaciones en función de la temperatura, o regular activamente la presión sobre una válvula reductora.
  • Información proporcionada por los equipos: La información debe ser completa y en las unidades de medida correspondientes. Por ejemplo, en equipos acústicos de detección de fugas, la unidad de medida debe ser el decibelio.
  • Necesidades reales de mantenimiento: Considerar el impacto en los costes de explotación, la ocupación del personal y las necesidades de soporte externo.
  • Autonomía y consumo energético de los equipos: Evaluar el consumo energético en los modos de operación necesarios para cada parámetro. Si se pretende monitorizar aliviaderos con mediciones quinceminutales, se podrían dejar sin detectar y medir alivios de duración inferior y calcular los volúmenes aliviados con precisión reducida.
  • Sistemas de comunicación adecuados: Estos deben permitir, por ejemplo, el envío de archivos de audio para la detección de fugas de agua.
  • Plataformas de gestión de datos seguras: Deben tener funcionalidades suficientes para el tratamiento eficiente de la gran cantidad de datos generados por los numerosos equipos de diferentes tipos de cada proyecto. Asimismo, estas plataformas deben ser abiertas, permitiendo su integración con otras soluciones.

Adicionalmente, el soporte técnico para la óptima configuración e instalación de los equipos es crucial, especialmente en redes de saneamiento, donde es fundamental para la validez de las mediciones y la durabilidad de los equipos.

Adoptar tecnologías que reúnan estas características permitirá alcanzar los objetivos propuestos sin sobresaltos inesperados en resultados, durabilidad, y costes de mantenimiento, aprovechando plenamente las inversiones realizadas por cada operador del ciclo del agua.

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